20 diciembre, 2005

Serenidad

Por las mañanas, después de dejar un rato sonar ese objeto extraño que te avisa de que llegas tarde al trabajo, lo primero que hago es tomarme un cafetito acompañado de fibrosas galletas que despiertan mis días mientras escucho alguna noticia de la radio... Parece que el día hoy saldrá soleado...

Una vez en el tren, siempre después de alguna que otra cabezadita, mi cabeza comienza a funcionar removiendo pensamientos entrecruzados buscando un sentido a la vida. De vez en cuando cruzo alguna mirada con algún otro ser humano camino del trabajo deseando una sonrisa, anhelando una caricia, pero...me encuentro con muecas de preocupación, o... simples caras inexpresivas...

Llego al trabajo... me encuentro con vidas resueltas, casas formadas, hipotecas, hijos, nietos y abuelos, pensamientos inertes exiliados de toda aventura. Agacho la cabeza y le doy un vistazo a mi ombligo... me acuerdo de luchas internas que no tocó otro remedio que enterrar en el pasado y... me pregunto si hago lo correcto, si soy fiel a mi misma, quien soy, dónde voy, cómo camino, pero entonces levanto la vista y ahí sigo, viendo cómo pasa la vida... a mis veintiséis años me siento igual que una niña, miro a mi jefa y me pregunto dónde estará su niñita. Cuando salgo de trabajar, acompañada de mi libreta y lápiz, anoto todo cuanto se me pasa por la cabeza y me pregunto si algún día lograré llegar al horizonte de mis anhelos... Entonces se hace la tarde y empalmo a otro de mis trabajos, enchufo la estufa y espero que vaya entrando el principio de todo, el comienzo de nada. Cara a cara, observo mis pequeños adolescentes y me pregunto cómo cambiar el mundo. Si tuviera el antídoto, si pudiera contagiar la enfermedad de la cordura, si..., si..., entro corriendo al servicio, me miro al espejo y todo, todo se vuelve tenue...

Nines Plà

Al-kuskus

La palabra cuscús, según algunos antropólogos y lingüistas, es de origen bereber, de las montañas del Atlas de Magreb (poniente). Dicha palabra es poco conocida en el resto del mundo árabe. La palabra cuscús hace referencia al ruido que hace el vapor al cocer los granitos finos de la sémola especial a través del kiskas (una especie de colador que se pone sobre la olla donde se cuecen las verduras y la carne). Otros autores sostienen el origen sudanés-árabe de la palabra cuscús, que derivaría del verbo árabe cascasa, que señala la división y triturado de cualquier cosa, en este caso del trigo.

Entre las muchas formas de preparar este suculento plato la más famosa es la de las 7 verduras, que amenudo no llegan a 5 ó 6 y dependiendo de la temporada. Supongo que el unir en un mismo plato a un cereal, 7 verduras distintas, y carne procedente de un cordero generalmente, nos hace pensar que en algún momento existió la posibilidad de agrupar dichos elementos en una época concreta, lo cual a vista de la actualidad intemporal de lo que podemos encontrar en las tiendas, es todo un logro.

Pues bien, lo más importante de este plato, y que a muchos se les escapa es la posibilidad de unir a muchas personas a un mismo nivel sobre el suelo, puesto que este plato puede reunir tranquilamente a una docena de personas para convivir y para compartir...

Jorge Mariscal

19 diciembre, 2005

Encuentro Slow

Hace ya unos cuantos días tuvo lugar el primer encuentro de Slow Food en Castielfabib. La amenaza acechante de una ola de frío polar fue de sobras contrarrestada por un ambiente mas que acogedor en el que compartir inquietudes comunes, esas que a veces no son entendidas en foros mas cercanos, y sobre todo conocer y aprender, que yo por lo menos lo hice y mucho. Mucho también se podría hablar de las ponencias allí escuchadas, pero no es este el sitio adecuado, y mejor que esto sea motivo para un segundo encuentro. Por mi parte destacaría del encuentro, esas conversaciones, muchas veces apasionadas y apasionantes, alrededor de unas excelentes comidas y cenas, a más de los desayunos, pero sobre todo, destacaría la emoción compartir el orgullo de unos productores respecto de su actividad y su producto. Porque si bien es importante el enriquecimiento (y placer) que nos aportan sus productos, más lo es la persona que persiste en su empeño nutrido de tesón e incluso de cabezonería, lidiando con las adversidades y en ocasiones, incluso con los amigos de lo ajeno.

Guillermo Ripoll

13 diciembre, 2005

La papa con p de patata… (CAPITULO I)

El origen de la papa…

Dice pues una leyenda andina que un pueblo subyacía bajo el dominio de sus invasores, que les obligaban a cultivar sus campos de quinua (cereal muy usado en el imperio Inca). El problema era que cultivaban esos pastos pero tenían vetada su alimentación, un robo de un solo granito de quinua conllevaba la muerte. Así que este poblado a parte de oprimido era débil en fuerzas, pues no se alimentaba.

Todos los miembros del pueblo ante la falta de ingesta se unieron en oración a su dios pidiéndole que le ayudasen a paliar ese apetito. Dios que desde las alturas miraba el maltrato que se le hacia a estas gentes y compadecidos de ellos les entrego unas semillas, y les mando que las plantaran. Ellos obedientes sembraron las semillas….

Al tiempo y cuando ya el hambre aquejaba vieron que de las semillas salieron unas plantitas con flores moradas pero no veían el fruto. Enfadados y enrabiados empezaron a levantar las plantas y apareció el tesoro, miles de frutos subterráneos manaban junto con la raíz… Lo sancocharon y se lo comieron y poco a poco se refortalecieron. Un día se sublevaron cargados de energía y consiguieron su liberación.

Esta es pues la leyenda del origen de la papa, llamada erróneamente patata. Y de donde y el como de su aparición en la tierra y el poder que tiene en la alimentación de las tierras andinas.

Francho Duque

11 diciembre, 2005

El cuento de Piñita

Piñita siempre aparecía cuando las luces se apagaban y Lolita era la única persona de la casa que lograba verla... todos los demás dormían plácidamente mientras ella charlaba largo rato antes de conciliar el sueño. Piñita le contaba como en el mundo donde vivía todos eran frutas u hortalizas, allí sólo comían nitrógeno, fósforo o potasio y únicamente bebían agua, qué risa le entraba cuando Lolita le hablaba de golosinas pero sobretodo cuando le nombraba esos refrescos tan extraños que expulsaban gases..., para piñita era absurdo todo lo que escuchaba y deseaba que Lolita pudiera ir a su casa, así que la llevó al mundo imaginario y Lolita no podía dar crédito a sus ojos cuando veía aquellas patatas, aquellos melones con boca, que hablaban... era impresionante, su alimentación se basaba de nutrientes del suelo... pero había algo, algo que no llegaba a cuadrar... cuando leían libros que hablaban del ser humano se ponían tristes... Lolita no sabia muy bien quien era el ser humano, en aquel mundo lo describían como una masa desterrada de su tierra, rechazada por el agua y el aire... una masa condenada a vagar sin el calor de su planeta, con esto se explicaban el por qué de su avaricia, de su destrucción masiva... Un día Lolita despertó con un grano en la frente, descubrió que tenia sexo y se alejó de piñita, el mundo imaginario desapareció y Lolita se hizo mayor. Pasaron muchos años y nunca más volvió a saber de piñita pero curiosamente Lolita se hizo agrícola y sus problemas crecieron cuando sintió que el mundo estaba lleno de seres humanos.

Nines Plà

01 diciembre, 2005

Qué es realmente comida basura

Una mañana decidí irme a correr serian las 6:30 bien temprano calcé mis deportivas de marca fabricadas por niños tailandeses (dicen) y salí del hostal ante unas campanadas de llamada que sonaban no muy lejos. Eran los recogedores de basura que hacían su turno matutino y avisaban a los vecinos a que podía depositar las bolsas. La cuestión fue que me percaté que una familia que iba delante de ese camión recolector de residuos sólidos urbanos, se iba administrando de algunos de ellos, supuse que para realizar una posterior venta.

Empecé, pues, con mi trote cuesta arriba por Deporte distrito de Ventanilla en el Callao limeño, y centré mi vista en esas bolsas de basura que se alojaban alrededor de toda la calzada pero me di cuenta que estaban abiertas ya deduje que por otra familia más madrugadora que por esta primera que vi. Mi trote se hizo galope (bueno esta bien un trote un pelín más rápido), y allá arriba del todo vi cual era la causa de las bolsas abiertas... jaurías de perros se adelantaban a todos para devorar los restos orgánicos. Peleaban entre ellos por los restos del pollo, por los mendrugos, una estampa que recordaba a las hienas de la sabana de los documentales de la National Geographic.

La carrera hacia arriba concluyo y decidí entonces bajar por el mismo sitio que subí y me cruce con la familia, y fue ahí cuando mi alma se arrugó cuando mi vergüenza quedo al descubierto... La familia que dividía la basura para clasificar los restos... plásticos, vidrio, papel y orgánicos, lo que los perros habían dejado, entre ellos, niña la menor, la que me miró mientras dejaba su mano en el interior de esa bolsa y asía una pata de pollo que seguidamente la llevaría a la boca, fue la que me avergonzó la que me inundo ganas me daban de darle todo...

Allá fue cuando agradecí al señor todo lo que tenía la suerte de haber nacido en España, pero a la vez mi culpabilidad de tantos años. Es por eso que el sur es especial tanto contraste, la fantasía se objetiva, ideas que se reflejan en una realidad, pero a la vez la realidad te da manotazos para que despiertes de esos mundo de utopía...

Y AHORA… TIRAMOS ESE MEDIO POLLO QUE HA SOBRADO DE LA COMIDA….

Francho Duque