11 diciembre, 2005

El cuento de Piñita

Piñita siempre aparecía cuando las luces se apagaban y Lolita era la única persona de la casa que lograba verla... todos los demás dormían plácidamente mientras ella charlaba largo rato antes de conciliar el sueño. Piñita le contaba como en el mundo donde vivía todos eran frutas u hortalizas, allí sólo comían nitrógeno, fósforo o potasio y únicamente bebían agua, qué risa le entraba cuando Lolita le hablaba de golosinas pero sobretodo cuando le nombraba esos refrescos tan extraños que expulsaban gases..., para piñita era absurdo todo lo que escuchaba y deseaba que Lolita pudiera ir a su casa, así que la llevó al mundo imaginario y Lolita no podía dar crédito a sus ojos cuando veía aquellas patatas, aquellos melones con boca, que hablaban... era impresionante, su alimentación se basaba de nutrientes del suelo... pero había algo, algo que no llegaba a cuadrar... cuando leían libros que hablaban del ser humano se ponían tristes... Lolita no sabia muy bien quien era el ser humano, en aquel mundo lo describían como una masa desterrada de su tierra, rechazada por el agua y el aire... una masa condenada a vagar sin el calor de su planeta, con esto se explicaban el por qué de su avaricia, de su destrucción masiva... Un día Lolita despertó con un grano en la frente, descubrió que tenia sexo y se alejó de piñita, el mundo imaginario desapareció y Lolita se hizo mayor. Pasaron muchos años y nunca más volvió a saber de piñita pero curiosamente Lolita se hizo agrícola y sus problemas crecieron cuando sintió que el mundo estaba lleno de seres humanos.

Nines Plà