17 mayo, 2006

S.O.S.

Bueno, ahora que salgo de clase y estoy inspirada voy a intentar transmitir para alimentaria algo que me tiene muy preocupada últimamente, el tema de los chavales, los estudios, los alimentos y las pelis americanas... Hace poco tiempo que comencé a destacar cierto comportamiento entre los adolescentes de la academia pero jamás le di importancia. Hoy no se muy bien el por qué vengo a casa con el estómago encogido sin motivo aparente y con tensión acumulada de varios meses. Los chicos hace tiempo que tratan de ponerme al día de sus preocupaciones y creencias, como ya he nombrado nunca le di importancia, siempre pensé que los latin kin (¿?), los skin, aquí en el barrio era parte de la televisión, de una imaginación tan grande como la de un adolescente. Quise pensar que no existía la anorexia, ni la bulimia, y mucho menos drogas entre nenes de catorce años, por lo menos en mi barrio. De repente abro los ojos y me encuentro incluida en una película basura donde todo vale. Mi barrio repleto de personitas válidas muy cerca de desviarse del camino. Mi corazón se encoge y hace un símil con el planeta tierra contaminado, tal vez el smog de la city comienza a meterse por nuestra nariz en las neuronas quemándolas poco a poco, cegando nuestros ojos, destrozando nuestros sentidos y convirtiéndolos en un sin sentido.

Me siento responsable, solicito ayuda, pido una fórmula, si existe o existió necesito rescatarla del olvido.

Anónimo

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Bandas callejeras, bulimia, esquizofrenia,... existieron, existen y ojalá no dijeramos lo mismo con el paso del tiempo. Esta noche, como si la realidad se hubiera plasmado ante mis ojos, he despertado. De repente he sentido como ciertas palabras que escuché con anterioridad de mis mayores se han reproducido por mis labios. Me niego a pensar que la juventud de ahora no es como la de antes, grito, chillo que no existen gamberros sino niños con alas cortadas reclamando su derecho a volar. Rescato ideas para despertar el ánimo de adolescentes, trato de restarle importancia a la comodidad. Busco la felicidad en la sonrisa, pero, días frágiles como hoy el subconsciente me traiciona y, como si fuera el abogado del diablo, trato de defender lo indefendible.
desear el horizonte para poder dar pasos agigantados...

4:05 p. m.  

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