Culto al cuerpo... sin pasar por la cocina
Capítulo 1: Eva
Hace 1 més que diste a luz, una niña, Claudia, preciosa y llena de vida, sana y hermosa. Tu cuerpo dejó de pertenecerte hace más de 10 meses y ahora eres tú quien debe empezar a controlarlo, a mandar sobre él porque vuelve a pertenecerte, pero...¡qué obsesión por perder peso, criatura!
Con todo lo que tienes que hacer ahora, biberones, pañales, los médicos, un niño de 3 años al que nunca se le agotan las energías, un maridito que solicita su tiempo, una casa, un trabajo... ¡aaaahhhh! ¿ quién piensa en comer?, ¿quien tiene tiempo para hacer un régimen en condiciones?
No, yo no tengo tiempo, ¿dónde está mi tiempo?, ni siquiera tengo 1 minuto para mí. Es mucho más fácil dejar de comer, definitivamente, es lo que haré, así, perderé más peso y en menos tiempo, que es de lo que más escaseo ahora mismo; lo perderé muy rapidamente.
Aquí es donde entro yo, soy una de esas personas anónimas que puede ayudarte. ¿Me dejas?
Quedamos otro ratito y te cuento lo que podemos hacer juntos.
Eva Maria Martínez
2 Comments:
La verdad que no hace falta tener un niño para realizar un culto al cuerpo, cualquier cosa o hecho simple puede empujar a ello y que no solo se centra en no comer sino también en las actitudes que se crean alrededor de una mesa que ya se posee como tabú... Existen otros cultos del cuerpo relacionados con la alimentación como el de no salir del gimnasio y comer productos hormonales vigorexia o el de comer "cosas buenas" ortorexia... Eva me gusta el escrito que has hecho, pero creo que a veces el decir las cosas tal y como son no ayudan... Y ya se sabe que detrás de esto se esconde el gran problema... soledad, baja autoestima y los factores externos que colaboran a fomentarlo, pero el simple hecho de caer en un trastorno a la vez empuja a encerrarse aun más y al no buscar una solucion y más aun fuera de ti... Otro problema esta que el estado no reconoce las enfermedades psiquicas y este tipo de tratamiento es caro y bastante complicado de llevar. Un saludo
Yo creo que existen demasiados casos en los que no nos damos cuenta de lo que somos ni de lo que hacemos, no viene nada mal que alguien nos diga las cosas tal y como son.
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