26 enero, 2006

OFERTA ESPECIAL

¿Se dan cuenta, que tan a menudo, la publicidad sólo se centra en los precios? Ofertas, precios reducidos, precios bajos, precios mínimos… y así una lista enorme para decir lo mismo. ¿Por qué será que sólo nos centramos en el dinero? ¿tanta hambre pasamos? ¿acaso seguimos en la hambruna que heredamos de la guerra civil que asoló este país? Pues algunos si, supongo, algunos. Pero para el que dispone de un televisor y una radio para escuchar la publicidad y al que se le pega un folleto publicitario en la suela de sus “nique” sobre una lata de sardinas y un manojo de puerros con el aditivo precio “supe-reducido” es de entender que podría aspirar a algo más que valorar la comida en factor de su precio.

Imaginen una publicidad en el sentido de ofertar su calidad no su precio. “Hoy sardinas frescas del Cantábrico, cómprelas hoy mismo”, “Tomate recién cogido de la huerta, apresúrese”.

¿Han estado alguna vez en un mercado en Marruecos? Allí, primero miras lo que quieres, lo tocas, lo hueles, lo pesas y cuando estás convencido de que eso es lo que quieres preguntas ¿cuánto? ...y regateas.

Cuantas personas compran un aceite refinado de oferta medio euro más barato que un aceite de oliva virgen extra sólo por fijarse en el cartelito que tiene colgado encima de 2x2 metros donde pone ¡OFERTA ESPECIAL!. Nos están privando de nuestro propio criterio para elegir lo que queremos consumir, sencillamente.

En fin, esta no es una lucha comparable a la erradicación de la esclavitud, los derechos de la mujer o el precio del petróleo, claro está. Que cada uno elija lo que quiera hacer y el que opte por ampliar sus fuentes de información, bienvenido sea, porque existe mucha gente que cree en este camino y no duda en compartir y comunicar lo que sabe…

Jorge Mariscal

5 Comments:

Blogger Evelyn Eli said...

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1:02 p. m.  
Blogger Evelyn Eli said...

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1:04 p. m.  
Blogger Jorge said...

Pero ese es el problema, que uno se equivoca, que el precio de un producto no simboliza lo que vale. Por ejemplo en el aceite está muy demostrado que un aceite de calidad dura más que uno refinado, y al final es más económico.
Y así, muchos más productos. Además, por qué no discutimos sobre el precio de los alimentos, porque no es normal que de lo que cuesta producir el alimento al agricultor al precio que está en la tienda hay un 200 o 400% de diferencia, vamos, eso es una barbaridad!

1:07 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Está claro que son dos cosas que tenemos que diferenciar:el precio al que nos venden los productos y la calidad de productos que nos venden. No se trata de ser sibarita, sino de alimentarse, todo en nuestra vida se rige por prioridades, y cada uno debemos marcar las nuestra.
Sara.

1:52 p. m.  
Blogger Jorge said...

Y mi pregunta es: ¿el consumidor final puede influir en los precios de lo que compra? por supuesto que una lata de caviar será siempre algo muy caro, y ahora más que está en extinción, pero con alimentos más "normales", ¿somos capaces de influir en su precio de venta? Si compramos siempre los más barato, ¿qué repercusiones tiene en dicho producto? del mismo modo, si por el contrario compramos siempre lo más caro, también podría influir en el precio del producto. Recuerden el precio de un teléfono móvil cuando aparecieron en el mercado, ¿y ahora? OFERTA y DEMANDA (que raras veces tiene que ver con la calidad...)

6:23 p. m.  

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