30 noviembre, 2005

Defensa de la Biodiversidad y el Patrimonio Alimentario

Este fin de semana me desplacé al Rincón de Ademuz, al Primer Encuentro por la defensa de la Biodiversidad y el Patrimonio Alimentario que organizaba Slow Food España (podéis visitar en http://www.slowfood.com). Teniendo en cuenta que esta ha sido mi primera experiencia un evento a nivel nacional y un primer contacto con socios de otros conviviums, puedo calificarla como una experiencia fantástica, interesante y de mucho conocimiento en las diferentes áreas.

Yo, como cocinero y profesional de la cocina, es posible que haya sacado menos partido de este encuentro que otras personas, ya que el concepto de cocina, se tocaba bastante de refilón. En mi experiencia personal, puedo comentar, que aun habiendo tratado temas de agricultura, ganadería, ecología, etc. he de reconocer, que creo haber aprendido bastante, y a su vez, remarcado un poco más el hincapié que hacemos día a día (unos pocos) en la buena alimentación, en el desarrollo del gusto y en la falta que nos hace comer bien y así intentar esquivar enfermedades bien de sobrepeso, cardiovasculares…

Con jornadas como ésta conseguimos unirnos más en la lucha por una alimentación sana, desde padres a hijos, y a la vez concienciarnos en que debemos de avanzar hacia una dieta rica de sabor, y de productos de temporada, procedentes cada uno de su época de recolección y en su momento óptimo de recogida. Es la única manera de poder apreciar el sabor, textura y olor de cada producto. Con todo esto, queda mucho más claro en concepto de Slow Food, y el objetivo de Terra Madre http://www.terramadre2004.org/, lugar donde se darán citas desde agricultores procedentes de los lugares más recónditos del planeta, con sus productos más singulares, a grandes estrellas de la cocina internacional. Yo como cocinero, en este encuentro en El Rincón de Ademúz, me siento orgulloso de mi profesión y porqué no decir, de mi profesionalidad, al ver que soy el último eslabón de la cadena, el que trasforma el producto final y el que tiene que enseñar a tratar de la mejor manera ese producto. Y aun que sea el último eslabón de una cadena, lo importante es pertenecer a esa cadena, y ayudar con el esfuerzo de cada día, a que siga fuerte y no se rompa.

David Catalán

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Buenas!
Me parece interesante el tema de la educación en torno a "saber comer", pero como tú bien dices, la alimentación es una cadena muuuuy larga. El último eslavón sin duda tiene una enorme importancia, pero supongo que más aún el primero de ellos. Para que un alimento sea de calidad, el producto inicial debe serlo, y debe formar parte de un sistema sostenible.
Aquí mando un enlace para otro blog que habla de las patentes de semillas, tema que, aunque en un principio puede que parezca que no tiene relación, la tiene y mucho: que el agricultor siga siendo libre para sembrar y que no el pongan trabas en su labor es esencial. No dejéis de visitarlo!!!
http://www.republicainternet.com/articulo.php?id=127

Un saludo a todos

5:05 p. m.  
Blogger Jorge said...

Claro, tienes toda la razón, en estos momentos estamos ante una de las barbaridades más bárbaras de la historia, claro que... quién se da cuenta? Un pobre agricultor que lleva seleccionando sus propias semillas toda la vida, heredadas tal vez de su padre que hacía lo mismo tal vez, y de pronto le dicen que sus semillas no están dentro del registro de semillas y recursos fitogenéticos y por tanto incurre en un delito al cultivarlas y aprovecharlas. Interesante verdad?, bueno, pues vamos a registrarlas para que no sea delito, ja!, trabas y más trabas burocráticas que impiden y hacen desistir a un pobre agricultor medio engañado.
Un saludo, os animos a mandarnos vuestro artículos a biomariscal@yahoo.es para publicarlos.

12:49 p. m.  

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